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Los curtidores alertan que la situación económica de la depuradora es insostenible

La depuradora de los curtidores de Igualada está en una situación económica crítica. Hace meses que los curtidores de Igualada reclaman las ayudas prometidas por la administración para subvencionar los elevados costes de construcción y mantenimiento de la depuradora, que sí reciben o han recibido competidores de otras zonas de España y Europa. Ni siquiera se ha compensado el coste anual superior a 500.000 € que debe soportar la depuradora por limpiar aguas urbanas.

Este elevado coste ecológico que sólo han de asumir los curtidores igualadinos ha implicado una pérdida de pedidos importante y esta situación, agravada por la crisis, ha hecho que el trabajo de la depuradora haya bajado a unos límites críticos. Teniendo en cuenta que la mayoría de costes de la depuradora son fijos y que el trabajo ha disminuido, la única fórmula que se ha encontrado para intentar compensar los gastos ha sido subir las tarifas por metro cúbico de agua depurada. Ahora las tarifas ya son tan elevadas que no se pueden subir más. Incrementar todavía más el coste de la segunda materia prima de esta industria agravaría la situación puesto que provocaría la pérdida de los pocos pedidos todavía existentes.

La situación económica de la depuradora ha llegado a un punto crítico y sus costes son inasumibles y es por este motivo que los curtidores reclaman una vez más la implicación de la administración para evitar tomar medidas drásticas y para poder mantener los puestos de trabajo de una de las industrias más importantes de una comarca con una tasa de paro que ya supera las 10.000 personas.

Un agravio comparativo que viene de lejos

Los curtidores de Igualada crearon al 2005 la empresa, Igualadina de Depuració i Recuperació S.L. (IDR), que construyó y gestiona la planta depuradora de aguas de la Ronda del Rec de Igualada. La empresa IDR es una sociedad constituida por 38 empresas curtidoras igualadinas que participan en un 95% del capital.

Los curtidores de Igualada fueron pioneros al poner soluciones a los vertidos de aguas sin tratar, construyendo una de las depuradoras más modernas de Europa, pero se han encontrado con que son los únicos que han tenido que asumir, en su totalidad, el coste que eso supone, encareciendo el precio de una de las materias primas más importantes y disminuyendo su competitividad frente a otras industrias del sector que reciben ayudas.

Los curtidores hicieron un gran esfuerzo económico con la puesta en marcha de la depuradora, que tuvo un coste de unos 11 millones de euros. Sufragan en su totalidad el coste de explotación de la depuradora y pagan el coste del agua sin ningún tipo de subvención. Industrias curtidoras de otras zonas de España como Lorca (Murcia) o de las regiones italianas de La Toscana, Arzignano y Solofra han recibido subvenciones para las construcciones de sus depuradoras mientras que la depuradora de Igualada es posiblemente la única de Europa que no ha recibido ninguna subvención en su construcción. Este agravio sigue manteniéndose pues muchas industrias competidoras españolas y europeas reciben constantemente ayudas de las administraciones sea en forma de subvención del coste del agua o asumiendo el mantenimiento de la depuradora, hecho que les permite ofrecer unos precios mucho más competitivos. En cambio los curtidores igualadinos son los únicos que tienen que asumir íntegramente el coste que supone mantener una depuradora.

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